El año 2016 es ya el más caluroso de la historia del planeta. Esta semana lo hacía oficial la Organización Meteorológica Mundial. Sus consecuencias no sólo se están notando en tierra firme sino en el fondo marino.
Las laminarias, algas que equivalen a los árboles de nuestros bosques pero en el mundo submarino, han desaparecido en un 95% en Asturias. Su extinción total supondría acabar con especies de crustáceos y peces como la andarica o el santiaguín,
Efectos a los que habría que añadir el daño que su desaparición, explican, haría a la pesca artesanal de estas especies. Por eso los expertos defienden un acuerdo entre países y una mayor concienciación de la ciudadanía en el uso responsable de los recursos.
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