El final de la peste bovina: un logro de la cooperación internacional

La Fundación de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha declarado erradicada la peste bovina del mundo. Es el resultado de un programa que coordinaba desde 1994 contra la que ha sido una de las enfermedades ganaderas más mortíferas. "Conseguir eliminar totalmente una enfermedad sólo es posible con la colaboración de muchísimas entidades, gobiernos, veterinarios, técnicos...", explica David Iglesias, vocal del Colegio Oficial de Veterinarios del Principado de Asturias. De hecho, la peste bovina es la primera enfermedad animal que se erradica, y la segunda en general, tras la viruela en los humanos.

Aunque no existen registros de su incidencia en Asturias, se sabe que la peste bovina se extendió por Europa a partir de los años 20, cuando entró en Bélgica a través de unos animales importados de África. En ese continente, y, en concreto, en Kenia, se detectó el último foco en 2001. Los expertos estaban acorralando ya una enfermedad que, a lo largo de un milenio, afectó a los cinco continentes y provocó millones de muertes de vacas, búfalos y animales silvestres. Acababa, de esa forma, con el principal alimento de grandes poblaciones, y eso fue lo que más motivó a la FAO a combatirla.

"La rabia, la brucelosis, la peste ovina y caprina" son ahora, según Iglesias, algunos de los retos de la sanidad animal internacional. Pero la peste bovina todavía plantea un desafío: la conservación "segura" del virus en los laboratorios, para evitar contagios accidentales o intencionados, y disponer de reservorios por si hicieran falta nuevas vacunas.