En noviembre de 2016, un operario fallecía mientras trabajaba en el interior de una caldera de pellets al intoxicarse con los gases que emanaban del interior. Es el accidente laboral que deriva en la primera de las fichas alerta del Instituto Asturiano de Prevención.
En la ficha se recuerdan que en almacenes de pellets sólo puede trabajar personal autorizado bajo supervisión de otra persona, hay que medir los gases del interior y ventilar porque la acumulación de dióxido de carbono puede ser mortal.
El Instituto de Prevención de Riesgos sacará una ficha con cada accidente recurrente, especialmente los graves, una vez conocidas las causas.
Las fichas alerta se distribuirán a las empresas del sector y están pensadas para poderse colocar como cartel para intentar que, redoblando la información, pueda reducirse el número de incidentes.
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