Javier Fernández y Cascos se cruzan acusaciones de mentiras y juego sucio

Fernández ha acusado a Cascos de mentir con "perfecta naturalidad"

El presidente del Principado, Javier Fernández, y el de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, han vuelto a cruzarse hoy acusaciones sobre mentiras y juego sucio, en un debate parlamentario en el que ha salido a relucir la revisión del contrato del Principado con la empresa de un diputado forista por posible incompatibilidad.

Fernández ha acusado a Cascos de mentir con "perfecta naturalidad" y ha vuelto a mostrar su disposición a debatir con él sobre responsabilidades políticas en materia de corrupción, después de que éste haya afirmado que el listón del que "presume" el jefe del Ejecutivo "es lo más parecido al palo de un gallinero".

Cascos, que había preguntado previamente sobre el cumplimiento de la resolución aprobada por la Junta General para alcanzar un acuerdo sobre el juego limpio, las garantías para la información veraz y la transparencia en el reparto del dinero público de la publicidad institucional del Principado, ha afirmado que Fernández "lleva mucho tiempo practicando el juego sucio".

El líder de Foro ha hecho referencia a la "coincidencia" de la revisión del contrato de gestión de comedores escolares de una empresa propiedad del diputado de Foro José Antonio Martínez con la dimisión de la consejera de Bienestar Social, Esther Díaz, así como a la "inusual y expeditiva revisión de oficio de un contrato ganado limpiamente en un concurso".

Para Álvarez-Cascos, "la conducta del gobierno despide el inconfundible aroma de la prevaricación porque cometen una injusticia a sabiendas" ya que en 2011 y 2012 se aprobó la compatibilidad del diputado para mantener su actividad empresarial y presentarse a los concursos

"Con los casos Riopedre, Villa, Niemeyer, Cogersa, TPA, Cudillero, Pravia, Aller, Valdés, Llanes o Esther Díaz en su balance, el listón del que presume es lo más parecido al palo de un gallinero", ha dicho Álvarez-Cascos, quien ha instado a Fernández a incoar de oficio un expediente sancionador a Díaz.

Álvarez-Cascos ha afirmado que Fernández le recuerda al personaje de Napoleón de la novela "Rebelión en la granja", de George Orwell, que "satiriza la corrupción que surge a medida que avanza el totalitarismo".

A ello, Fernández le ha respondido que el autor británico "hablaba del doble pensar, de la gente que es capaz de sostener dos opiniones distintas a la vez" por lo que Cascos constituye "un orwelliano puro" al ser capaz de mentir "con absoluta sinceridad".

Tras reiterar su ofrecimiento a hablar sobre responsabilidades políticas en materia de corrupción, Javier Fernández ha expresado su disposición a que Hacienda revise todas sus cuentas, así como las de su mujer e hija, "todos los años que quiera porque usted no va a comprometer ni mi decencia ni honradez"

"En ningún caso se me va a abrir el armario y se me van a caer un par de muertos; a lo mejor usted no puede decir lo mismo", le ha advertido Fernández.

En relación a la transparencia en la publicidad institucional, Fernández ha hecho entrega al presidente de la Junta de las partidas correspondientes de 2012, tal y como se había comprometido, y ha insistido en que las de 2013 se remitirán antes de final de año.

Fernández ha detallado que durante cinco meses de 2012 el Gobierno de Foro comprometió 1.761.923 euros, por los 2.020.680 euros del Ejecutivo socialista en el resto del año.

Estas cifras suponen que el Gobierno de Foro gastó 56.573,22 euros más al mes que el socialista, ha indicado antes de señalar que gran parte del gasto realizado por el Ejecutivo de Cascos, 600.000 euros, se comprometió entre abril y mayo, "prácticamente hasta las vísperas de la constitución del nuevo Gobierno".

En relación a la decisión del Gobierno de revisar el contrato con la empresa del diputado de Foro, Fernández ha preguntado a Cascos qué haría si tuviera una sentencia del tribunal superior administrativo de concursos contractuales en la que dice que una persona está en prohibición de contratar y recibiese un informe posterior de la junta central consultiva de contratación del Ministerio de Hacienda que insiste en la misma cuestión.

"Un responsable administrativo o político no se iba a sentar sobre esos informes porque nadie que yo conozca quiere estar oyendo el 'tic-tac¡ de una bomba de relojería bajo sus posaderas. A lo mejor usted está acostumbrado a ello y eso puede ser la diferencia", ha subrayado el jefe del Ejecutivo.