Las nuevas fabas del SERIDA superan una cata a ciegas entre productores asturianos

'Sinara' y 'Maximina', las dos últimas variedades de faba obtenidas por el SERIDA mediante un programa de mejora genética, igualan en lo sensorial a la variedad comercial 'Andecha' y a algunas fabas certificadas. Es la conclusión de la cata ciega celebrada esta semana en Valdés. 50 catadores no entrenados (la mayoría, productores de faba) probaron y pusieron nota a cuatro tipos de faba cocinadas en diferentes ollas pero bajo condiciones idénticas.

"Las cuatro variedades obtienen valoraciones muy altas en granulosidad, mantecosidad y finura de la piel. La variedad 'Maximina' se ha impuesto en estos dos últimos aspectos", revela Guillermo García, técnico del Área de Experimentación y Demostración Agroforestal del SERIDA. Los resultados son similares a los de otra cata celebrada en marzo en Villaviciosa. Según los expertos, que el paladar no aprecie diferencias es muy bueno para que los productores apuesten por las nuevas fabas, que sobresalen en la huerta por resistir el ataque de la antracnosis, el virus del mosaico común y, en el caso de 'Maximina', también el del oídio, enfermedades frecuentes que merman mucho el rendimiento de las cosechas.

El SERIDA (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario) completa con esta cata la presentación de dos fabas más sanas, grandes y precoces que son el fruto de 15 años de trabajo. Para poner la semilla 'Maximina' a disposición de los agricultores que la quieran, en los próximos meses se abrirá un concurso público en el que se elegirá una empresa multiplicadora. La Cooperativa de Agricultores de Gijón ya está reproduciendo la variedad 'Sinara'. "La cultivamos un primer año en invernadero cerrado a los insectos. Al año siguiente se cultiva en campo. La semilla resultante se lleva a Sanidad Vegetal, que comprueba que no tenga virus ni hongos y analiza su poder germinativo", explica Diego Granda, técnico de la Cooperativa.