Asturias no es un paraíso natural sino cultural, es el fruto del trabajo del hombre desde hace miles de años. En concreto, 6.000, según una tesis doctoral que acaba de ser defendida en la Universidad Complutense de Madrid y que confirma la antigüedad de la acción del hombre sobre su entorno en lo que hoy conocemos como Asturias.
Los descubrimientos de las excavaciones desarrolladas en Vigaña, Belmonte de Miranda, evidencian actividad humana agroganadera en nuestros montes desde prácticamente el Neolítico.
Ya entonces los bosques de Asturias empezaron a ceder terreno ante el avance de huertas, prados y pastizales.. Para el autor de esta investigación, David González, las consecuencias en el presente de toda ello están claras:
"Viene a insistir en la importancia de las familias que habitan la tierra en la conformación de su entorno lo cual puede llevarnos a pensar que estas comunidades locales, las familias campesinas, deberían ser agentes centrales en el diseño de las políticas territoriales para el futuro."
Otro aspecto que confirma la tesis es la antigüedad de los primeros pueblos en el actual Principado. Según los datos existentes, estos poblamientos, por lo general castros, empezaron a conformarse hace unos 2.800 años, a comienzos de la Edad del Hierro.
Fue entonces cuando, por primera vez, sucesivas generaciones de asturianos nacieron y murieron en el mismo lugar, dando origen al característico paisaje asturiano en forma de mosaico.
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