Se reduce la contaminación atmosférica causada por el transporte por carretera

La contaminación atmosférica causada por el transporte por carretera se está reduciendo en España a niveles de 1999 debido, entre otras razones, a la caída del consumo de carburantes por la crisis. Es la conclusión de un estudio de la Comisión Nacional de Energía, donde también se señala que el transporte por carretera, sigue siendo responsable de más del 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Entre los gases evaluados se encuentran algunos de los llamados de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Éstos han descendido desde 2007, cuando se registró el máximo histórico, hasta niveles similares a los de 1999.

Un descenso que está directamente relacionado, según el estudio, con el consumo de carburantes que en 2012 marcó una caída sin precedentes debido a la crisis económica.

Se refleja a nivel estatal y también en Asturias, donde la cantidad de carburante consumido durante el año pasado es la más baja de la última década.

Pero el estudio de la Comisión Nacional de Energía también explica el descenso de emisiones de efecto invernadero por la aparición de los biocarburantes y la mayor eficacia de los nuevos motores. Mejoras tecnológicas que en parte han venido impuestas por normativas europeas.

La incorporación de catalizadores en los vehículos y la prohibición de la gasolina con plomo en 2001 ayudaron a la reducción de los gases que generan las famosas boinas o niebla contaminante por encima de las grandes ciudades.

El estudio estima que los contaminantes que provocan la lluvia ácida, como el amoniaco y el dióxido de azufre se han reducido igualmente por la mejora de la calidad de gasolinas y gasóleos.

En enero de este año la Comisión Europea propuso un paquete de medidas para reducir la contaminación generada por el transporte por carretera, ya que el 95% del combustible empleado procede de derivados del petróleo y en los últimos años se ha convertido en el sector que más ha contribuido a aumentar las emisiones contaminantes.

España no es ajena a esta situación. El transporte por carretera supone el 32% de la energía final consumida y es el responsable de más del 22% de los gases de efecto invernadero.