Desarticulada una red que explotaba sexualmente a mujeres rumanas en Asturias

La Policía Nacional ha desarticulado en Asturias una red dedicada a la explotación sexual de mujeres de nacionalidad rumana, operación que ha culminado con la detención de ocho personas, cinco de las cuales han ingresado ya en prisión de Villabona.

Fuentes policiales han informado de que la investigación se inició a raíz de que agregado de Interior de España para Rumanía informase de la existencia de una posible víctima de un grupo organizado y familiar dedicado a la captación, traslado y posterior explotación sexual de mujeres rumanas en España.

Al parecer, las mujeres eran captadas en Rumanía por los miembros de una familia de la misma nacionalidad que les ofrecía un supuesto trabajo en Oviedo.

Una vez en esta ciudad se las alojaba en dos pisos patera de la organización, en el que se encontraban otras mujeres de su misma nacionalidad en condiciones de hacinamiento e insalubridad, como posteriormente pudo comprobar la policía, y se iniciaba su explotación sexual.

Las jóvenes eran diariamente trasladadas hasta un club de alterne de la comarca en una furgoneta de ocho plazas conducida por un ciudadano español, donde alternaban hasta la hora fijada por la red, que de nuevo las recogía para trasladarlas hasta las viviendas, en una de las cuales dormían cinco mujeres en la misma habitación.

En el prostíbulo las víctimas trabajaban bajo la presión ejercida por sus explotadores, siendo controladas por las parejas sentimentales de los integrantes de la red.

Las ganancias, unos 120.000 euros en unos 8 meses, eran enviados por a Rumanía, donde la madre de varios de los detenidos se encargaba de colocar el dinero en la compra de inmuebles y compra de vehículos de alta gama.

Al desencadenarse la operación policial, cinco de las mujeres explotadas prestaron declaración pero no aclararon su situación real porque, según una de las jóvenes, habían sido amenazadas de muerte.

Con posterioridad dos de las siete víctimas de la red identificadas afirmaron que eran amenazadas con quitarles la vida, que eran golpeadas para que tuvieran más relaciones sexuales, que sufrían violaciones por los integrantes de la red y que, muchas de ellas cayeron en la adicción a fármacos, alcohol y drogas.

Entre los detenidos, hay siete rumanos y un español que están acusados de distintos delitos de organización criminal, relativos a la prostitución, agresión sexual, contra los derechos de los trabajadores, detención ilegal, amenazas y coacciones.

Además de ellos hay otros dos rumanos imputados por prostitución,  agresión sexual, contra los derechos de los trabajadores, detención ilegal, amenazas, coacciones y receptación.