El autor del doble crimen de Perlín acepta 35 años de prisión por asesinato

Amable A.F., de 72 años, que acabó a tiros con la vida de Agustín Rubines Arango, de 73, y de su hijo, Agustín Rubines García, de 40, el 28 de enero del pasado año en la localidad de Perlín, muy próxima a Trubia (Oviedo), ha aceptado hoy una pena de 35 años de prisión como autor de un doble delito de asesinato.

El acusado mató a ambos la mañana del 28 de enero de 2009 después de que disparara varias veces una escopeta de caza porque los caballos de los fallecidos se metían de continuo en sus fincas, situadas en La Retuerta, a un kilómetro y medio de Perlín (Oviedo), según reflejó el fiscal en su escrito de acusación.

Las partes personadas en la causa han llegado al citado acuerdo momentos antes de la hora marcada para que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo juzgara este caso, en el que la Fiscalía reclamaba en sus conclusiones provisionales una pena de 40 años de prisión y la acusación ejercida por la familia de las víctimas, 50.

En declaraciones a los periodistas, el abogado de la acusación particular, José González Hevia, ha señalado que la defensa del acusado ha aceptado una pena de 17 años y medio por cada uno de los delitos, que han sido tipificados como asesinato, y el pago de indemnizaciones que rondan los 300.000 euros, repartidos entre la viuda de Agustín Rubines Arango y el hijo y hermano de los fallecidos.

"Era fundamental la calificación de asesinato para que llegásemos a un acuerdo", ha dicho González Hevia sobre las negociaciones mantenidas.

Asimismo, el letrado ha añadido que "no había móvil para el crimen", ya que no era cierto que Amable A.F. poseyera unas fincas en las que se metían las yeguas de los asesinados.

La investigación ha determinado, según González Hevia, que los terrenos donde pastaban los animales eran de un primo del acusado y que, además, éste los tenía arrendados a otras personas.

Según el abogado de la acusación, Amable A.F. ha cambiado en tres ocasiones su versión de los hechos, pero en "ningún momento" se arrepintió de lo ocurrido

"Nunca sabremos qué pasó porque Amable no sabe, no contesta", ha dicho el letrado, quien ha reproducido las palabras del acusado sobre los hechos: "no sé, no sé, hagan lo que quieran, yo disparé pero sólo me queda morir".

Ha explicado que la edad del acusado (72 años) dificulta el cumplimiento íntegro de la condena, "ya que la normativa penitenciaria no permite que nadie muera en prisión".

"Da igual los años que sean, no va llegar a cumplirlos", ha sostenido González Hevia, que, sin embargo, ha dicho que intentará que "por lo menos" cumpla en la cárcel 15 de los 35 años a los que será condenado.

En este sentido, el abogado de la acusación particular ha opinado que "la familia sí que tiene por delante una vida dura, y no este señor que va a ir a la cárcel donde va a estar bien cuidado y se van a encargar de que tome la pastilla cuando la tiene que tomar".

Por su parte, el abogado de la defensa, Marcelino Suárez Baró, ha declarado que el acuerdo alcanzado era "lo más conveniente" para todas las partes.

"Son unos hechos muy trágicos y dada la edad de Amable cualquier pena supone una losa muy importante", ha continuado el letrado, que ha sostenido que el acusado aún no tiene claros los hechos y que está "abatido y arrepentido".