El fiscal pide una rebaja en las penas por las fotos desnudas de las jugadoras del Grisú

La defensa se ha centrado en los supuestos trastornos mentales del exentrenador

El fiscal ha pedido una rebaja sustancial de la pena inicial que elevaba a 29 los años de cárcel para el exentrenador del Grisú, por un delito continuado de vulneración de la intimidad, tres delitos de utilización de menores y otro de captación de menores, ambos con fines pornográficos, además de posesión de material de pornografía infantil. Tiene en cuenta la confesión, la reparación del daño y supuestos trastornos mentales.

También ha pedido una rebaja sustancial para su exnovia, por los atenuantes de confesión y reparación. La petición inicial para ella era de siete años y medio de prisión.

Además del fiscal, han intervenido hoy en el juicio los dos acusados, jugadores, un agente de la Guardia Civil y una psiquiatra. Sobre los supuestos trastornos mentales del acusado, se han centrado las alegaciones de la defensa.

La acusación particular se ha ratificado en la petición de cuatro años de cárcel y una indemnización de 4.000 euros para cada jugadora y otra de 6.000 para el club.

Los hechos se remontan a 2016, cuando el acusado pidió a su pareja, jugadora del Grisú Femenino que le facilitara fotografías de sus compañeras mientras se cambiaban en el vestuario. En total, llegó a fotografiar a 13 jugadoras, una de ellas menor de edad.

El caso salió a la luz cuando una menor ajena al equipo denunció al entrenador por tratar de convencerla de que mantuviesen relaciones sexuales.

La Guardia Civil comenzó una investigación que llevó a los agentes hasta el domicilio del exentrenador, situado en Oviedo / Uviéu, donde localizó imágenes pornográficas. También material audiovisual de las hermanas menores de la acusada, de 16 y tres años de edad.