Tras meses de trabajo, han finalizado las labores de regeneración de la Reserva Natural de Barayo, entre Valdés y Navia, para garantizar su conocido sistema dunar.
Se han eliminado más de 250 pinos y especies invasoras, y se han sustituido por otras más acordes con el enclave, como el Barrón. Se han plantado más de 10 ejemplares. Es una especie que ayuda a regenerar el terreno, muy deteriorado en los últimos tiempos por los temporales.
Gracias al proyecto europeo Arcos Life, en el que colabora la Universidad de Oviedo, se ha intentado revertir esta situación, sobre todo los daños en las dunas. El mar y el viento las habían deteriorado, creando taludes de gran altura que frenaba la entrada de nueva arena. Ahora se han suavizado estas pendientes.
El proyecto también ha restaurado otros enclaves de la región, como Verdicio o Vega, así como más emplazamientos de Cantabria y País Vasco.
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