Emilio Marcos Vallaure deja el Bellas Artes para gestionar Cultura

Al frente de la Consejería de Cultura y Deporte, estará Emilio Marcos Vallaure (Llanera, 1941). Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo, fue director artístico de las colecciones de Arte y Turismo de la Editorial Everest, de León, de 1966 a 1976.

Ocupó el cargo de director regional de Patrimonio Artístico de la Consejería de Cultura y Deportes del Consejo Regional de Asturias, (1979/1980). Fue secretario técnico y conservador del Museo de Bellas Artes de Asturias desde su fundación en 1980, y director desde 1995. 

De su gestión dependerá la organización de la red de museos del Principado y la protección del patrimonio asturiano. Herederá, además, la supervisión de los grandes centros culturales impulsados por el gobierno de Areces, como la Laboral o el Niemeyer.

Emilio Marcos Vallaure es quizá el consejero más conocido del nuevo ejecutivo de Francisco Álvarez-Cascos ya que es uno de los padres del Museo de Bellas Artes de Oviedo. 

Hasta ahora estamos acostumbrados a oírlo hablar de arte ya que Emilio Marcos Vallaure ha estado vinculado al Museo de Bellas Artes desde su inauguración, en 1980. Primero, como secretario técnico y conservador y, desde 1995, como director.  

Se va de la institución sin ver culminadas las obras de ampliación del museo, la que fue una de sus mayores reivindicaciones y  lo que hace pensar que ahora será una de sus máximas prioridades. 

Su entrada en la Consejería de Cultura no será su primer contacto con la administración asturiana ya que ya ha ocupado cargos en ella entre 1979 y 1980, cuando fue Director Regional de Patrimonio Artístico.

Es, además, académico de la Reall Academia de Historia y secretario del Tabularium Artis Asturiensis, un centro privado que se encarga del estudio del arte y la arqueología asturiana. 

Este asturiano de Cayés, Llanera, tendrá que asumir el reto de gestionar la red de museos del Principado, nutrida durante las últimas legislaturas con decenas de pequeños centros diseminados por toda la comunidad.

Pero también tendrá que tomar decisiones sobre los grandes centros culturales impulsados por los gobiernos de Areces, como La Laboral o el Niemeyer. La conservación del patrimonio asturiano, con especial atención al prerrománico, serán otros de los retos que deberá afrontar. 

Hasta ahora estamos acostumbrados a oírlo hablar de arte. No en vano, Emilio Marcos Vallaure ha estado vinculado al Museo de Bellas Artes desde su inauguración, en 1980. Primero, como secretario técnico y conservador y, desde 1995, como director.  Se va de la institución sin ver culminadas las obras de ampliación del museo. Fue una de sus mayores reivindicaciones, lo que hace pensar que ahora será una de sus máximas prioridades. 

Su entrada en la Consejería de Cultura no será su primer contacto con la administración asturiana. Ya ha ocupado cargos en ella entre 1979 y 1980, cuando fue Director Regional de Patrimonio Artístico. Es, además, académico de la ral Academia de Historia y secretario del Tabularium Artis Asturiensis, un centro privado que se encarga del estudio del arte y la arqueología asturiana. 

Este asturiano de Cayés, Llanera, tendrá que asumir el reto de gestionar la red de museos del Principado, nutrida durante las últimas legislaturas con decenas de pequeños centros diseminados por toda la comunidad. Pero también tendrá que tomar decisiones sobre los grandes centros culturales impulsados por los gobiernos de Areces, como La Laboral o el Niemeyer. La conservación del patrimonio asturiano, con especial atención al prerrománico, serán otros de los retos que deberá afrontar. 

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