José Andrés Blanco es deportista y aventurero

A sus 64 años, y como terapia para combatir sus lesiones, sigue haciendo ejercicio a diario

A sus 64 años José Andrés Blanco, nacido en Madrid, lleva ya cuatro décadas residiendo en Asturias a donde llegó por motivos laborales. Encontrarlo vestido con ropa deportiva es lo más habitual y es que, por más que esté jubilado, lo suyo es hacer actividad deportiva a diario.

Con tres victorias en el descenso del Sella adaptado, y multitud de segundos puestos, Blanco ha sido distinguido este año por la organización de esta prueba con el premio 'Valores del Sella'.

Ni que decir tiene que más allá de esa distinción, Blanco volverá a tomar la salida en la próxima edición del descenso del Sella adaptado con el maliayo Jonás García como compañero de canoa.

Pionero del parapente en Asturias, ni el grave accidente que sufrió en 1994 practicando esta disciplina, alejó a Blanco de la actividad deportiva, más bien todo lo contrario.

A la hora de hacer deporte tras aquel fatal accidente se decantó por el ciclismo, precisamente por las lesiones sufridas.

En los Juegos Paralímpicos de Sidney, en el año 2000, consiguió dos medallas en ciclismo, una de plata y otra de bronce, así como un diploma olímpico, un éxito que no se imaginaba ni por asomo.

Guía de montaña y de barrancos titulado, títulos que obtuvo después de su lesión, parte de su particular terapia está en el Turismo Activo que practica como hobby.

Consciente de que el ejercicio físico es fundamental para mantener a raya sus lesiones, lo que José Andrés Blanco, que ascendió cumbres como el Kilimanjaro o el Elbrus, tiene muy claro, es que seguirá haciendo deporte mientras el cuerpo aguante.