Las centrales térmicas de Lada y de Soutu llevan nueve meses paradas sin producir energía. Ambas están a la espera de que el Ministerio acepte su petición para desmantelarlas y técnicamente siguen disponibles para producir energía, pero lo cierto es que solo han entrado a funcionar entre los meses de enero y marzo de 2019.
En el caso de Lada, de Iberdrola, solo funcionó 19 días en todo 2019, un total de 468 horas de funcionamiento. Una situación prácticamente igual a la vivida en la térmica de Soutu, de Naturgy. Según fuentes de la compañía, solo funcionó de manera intermitente días sueltos entre el 3 de enero y el 23 de marzo.
Desde entonces, las dos han estado con todo preparado para entrar a funcionar, los empleados también, pero sin actividad real.
Las dos térmicas ya han pedido formalmente al Ministerio permiso para el cierre definitivo y su desmantelamiento, pero la autorización todavía no llega.
Las dos térmicas que, por sus inversiones en mejoras medioambientales, podrían producir energía más años son las que pertenecen a EDP, las de Aboño y Soto Ribera alimentadas con carbón y gas, que han seguido generando la mayor parte de la energía producida en Asturias, incluso rozaron el 75% del total en los meses de verano.
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