Los gatos callejeros empiezan a ocupar espacios que hasta ahora les estaban vedados

A estas alturas del año ya se debería haber empezado a capturar a las gatas para proceder a esterilizarlas

El confinamiento tiene consecuencias en el comportamiento de la fauna que habita en nuestras ciudades. Un ejemplo lo encontramos con los gatos callejeros que están empezando a ocupar espacios que hasta ahora les estaban vedados.

Así lo asegura, Elena Vigil, voluntaria de la Asociación Gijón Felino. El decreto de estado de alarma permite a esta voluntaria saltarse el confinamiento para atender a una de las colonias de gatos registradas por el Ayuntamiento de Gijón. Una día de cada tres, Elena sale de su casa para alimentar a una colonia de gatos del barrio de Nuevo Gijón.

El estado de alarma ha llegado en un momento clave en lo que a la labor que se realiza en estas colonias se refiere. A estas alturas del año ya se debería haber empezado a capturar a las gatas para proceder a esterilizarlas, pero la campaña está parada.

La menor presencia humana en las calles está provocando, además, un cambio en el comportamiento de los gatos callejeros.

La fauna urbana gana terreno, al menos de forma temporal, al ser humano.