Los vecinos de Sotres siguen aislados por riesgo de aludes
Varias aldeas asturianas siguen aisladas por la nieve acumulada
El peligro de aludes mantiene en vilo a los servicios de emergencias y a los habitantes de distintos puntos de Asturias. Uno de ellos es Sotres, en Cabrales, el pueblo más alto del oriente de la región donde la amenaza de avalanchas mantienen cortada la carretera desde Tielve. Los vecinos son conscientes del peligro y por eso intentan evitar los desplazamientos.
La pista que conduce al pueblo está abierta pero es muy peligroso circular por ella porque, durante la jornada ha lucido el sol y aún no han caído aludes importantes. Sí ha habido, según los vecinos consultados, deslizamientos de masas de nieve polvo. Aseguran que lo más peligroso son los tres kilómetros que van desde El Carrascal hasta Socudia, lo que llaman el tramo de 'La India'.
Hay operarios han limpiado la carretera y el pueblo, pero los entendidos recomiendan no circular asegurando que hay miles de kilos de nieve acumulada.
Para los vecinos de la zona esto no es algo nuevo, advierten de que el mayor riesgo de aludes está en las horas centrales del día. Hace una década una vecina murió arrastrada por la nieve en la carretera. Solidaridad y prevención son básicos para el día a día en este pueblo.
Complicaciones para acceder a algunos pueblos de Somiedo
La carretera que sube al puerto de Somiedo es un cajón en la nieve. Por ella se transita con relativa facilidad, pero la cosa cambia al tomar alguno de los desvíos de acceso a los pueblos. En la Peral, a 1.400 metros de altitud, en invierno sólo hay tres vecinos, que han estado incomunicados hasta hace apenas 24 horas.
Ni las quitanieves y palas del concejo ni las del Principado han podido con toda la nieve. Teitos enteros yacen bajo la nieve y en la zona no recuerdan nada igual en los últimos ocho años.
Una quitanieves doméstica que se les ha quedado más pequeña, si cabe, ante la magnitud de lo caído.7
El puerto de la Marta en Allande, continúa cerrado
El puerto de la Marta en Allande, continúa cerrado, y también el alto del Bustantigo. Operarios del Principado han trabajado intensamente en la zona, pero la situación es complicada. Hay mucha nieve acumulada, el paso por esta carretera de alta montaña sigue siendo muy estrecho y es necesario ensanchar más la calzada.
La calzada no se distingue entre la nieve y complica la tarea, las indicaciones manuales son importantes para dirigir a los operarios de la maquinaria. Hay que recordar que hay tramos sin vallas de protección. Hacía unos 15 años que no se registraba una nevada como la estos días pero los operarios del ayuntamiento consiguieron evitar el aislamiento de los núcleos rurales.
El Puerto del Palo, otra comunicación clave, dio mucho trabajo. Se conseguía abrir y a las pocas horas volvía a estar cerrado. Las telecomunicaciones trajeron consigo numerosos trastornos. Preocupa especialmente en el municipio, ya que se vivieron situaciones de verdadera impotencia. No poder comunicarse con personas de edad avanzada por ejemplo, para saber cómo se encontraban.
Aislados en Ponga
En el concejo de Ponga, al menos tres aldeas situadas a tan sólo 750 metros de altitud se encuentran prácticamente incomunicadas por las grandes acumulaciones de nieve. En total son unos 18 vecinos, quienes nos aseguran que están acostumbrados a convivir con este tipo de nevadas.
Durante los últimos días, circular por la carretera serpenteante del Parque Natural de Ponga es una tarea demasiado arriesgada hasta para los vehículos preparados para la nieve. La peor parte se la han llevado los vecinos de Vibuli, donde nadie se atreve a limpiar la carretera por el riesgo inminente a sufrir enormes avalanchas de nieve.
En Casielles y en Biamón, un vecino asegura que arriba están bien abastecidos de alimentos y de leña para atizar las cocinas, pero se queja enérgicamente de los problemas que sufren habitualmente con la red eléctrica. En estas tres localidades ponguetas, aún queda mucho trabajo por hacer para que sus habitantes recuperen la normalidad en sus vidas.
Los vecinos de Viegu y dos guardas de Medio Ambiente del Parque Natural de Ponga no han conseguido recuperar con vida un venado de un año atrapado en una riega cubierta de nieve situada en las inmediaciones de la localidad pongueta. Las grandes acumulaciones de nieve obligan a este tipo de animales silvestres a bajar a las zonas bajas de las montañas en busca de alimentos.