De la Fuente se desmarca de las maniobras de la Federación para exculpar a Rubiales
Un exdirectivo de la Federación tacha a Hermoso de "manipulable" y la culpa de su cese
El seleccionador de fútbol, Luis de la Fuente, ha negado que participase en la reunión de crisis que tuvo lugar en el despacho de Luis Rubiales tres días después del beso que dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial en 2023, y se ha desmarcado de cualquier gestión realizada al respecto en la Federación.
De la Fuente ha rechazado que estuviese presente en la reunión en la que el lunes le ubicó la responsable de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, y que ella calificó como "encerrona", en la que dijo que Rubiales le fue indicando frases que podía añadir a sus respuestas en un informe interno de la Federación sobre el beso.
En su declaración como testigo en la Audiencia Nacional, que acoge el juicio a Rubiales y a tres ex altos cargos de la Federación, Luis de la Fuente se ha desvinculado de las gestiones realizadas a nivel interno a raíz de lo ocurrido, donde la Fiscalía ve una señal de las coacciones que atribuye a los acusados.
De la Fuente, recién renovado al frente del combinado masculino, ha rechazado que aquel 23 de agosto él estuvo unas cinco horas en una estancia contigua al despacho de Rubiales para hablar con él exclusivamente de una convocatoria prevista diez días después.
Ha dicho que el expresidente entraba y salía de su despacho y le atendía cuando tenía posibilidad, pero ha negado saber de qué trataban dentro, ni haber cruzado una palabra con Patricia Pérez; sólo sabe que ella asistió a dicha reunión, ha dicho, pero "nunca" escuchó a Rubiales leer sus preguntas y respuestas.
De la Fuente ha manifestado que no fue consciente de la "dimensión" de lo ocurrido hasta que llegó a España, y ha rechazado haber sido testigo de las idas y venidas que se produjeron en el avión de vuelta, porque estaba "muy cansado" y "estaba centrado en descansar".
La fiscal ha destacado entonces que en instrucción sí admitió haber escuchado en el avión algo acerca de la elaboración de un comunicado, y De La Fuente ha reconocido que en la zona donde estaba "seguramente" se hablaría algo de lo que estaban haciendo, pero ha negado "rotundamente" saber de qué.
Un directivo confirma que Rubiales sugirió cambiar respuestas
La versión de la citada responsable de prensa ha sido respaldada en diversos puntos por el entonces subdirector de Comunicación de la Federación, Rubén Yunta, quien ha subrayado la "situación de tensión y presión" vivida en aquella reunión del 23 de agosto.
Yunta, que también ha situado a De la Fuente en el despacho de Rubiales, ha admitido que el expresidente fue "interpelando" a Patricia Pérez para cambiar sus respuestas en aquel informe de Integridad, que se cerró sin ninguna consecuencia para él.
Según su relato, el exdirector del área, Miguel García Caba, le envió el cuestionario de Pérez y él elaboró las respuestas "en base a lo que ahí se relata", porque él no estuvo en el Mundial, y se las envió a la responsable de prensa antes de la reunión.
Tras las citadas interpelaciones del expresidente, Patricia Pérez cogió su ordenador "y cambió pertinentemente lo que quiso".
El psicólogo ve el beso como un gesto de "efusividad"
Javier López Vallejo, el psicólogo que acompañó a la delegación femenina en el Mundial ha explicado que le leyeron el citado informe en el despacho de Rubiales y que lo consideró coherente "con lo que había vivido", aunque añadió o especificó ciertas cosas.
Su conclusión, tras hablar también con Jenni Hermoso, fue que ese beso, aunque poco edificante, era compatible con un acto de amistad y de efusividad por haber ganado un Mundial.
El psicólogo ha explicado que se enteró del beso "una hora y pico" más tarde y que en ese momento la percepción era de que había sido "algo absolutamente anecdótico y no tenía la repercusión que tuvo más tarde".
No era su competencia, ha dicho, activar el protocolo de acoso, pues su papel era de salvaguarda, y su formación no era frente al acoso sexual, sino ante situaciones de 'bullying'. Eran las jugadoras las que se dirigían a él si sentían agraviadas y en todo el campeonato "no vi ninguna de esas situaciones".
"Jenni y yo hemos trabajado durante muchos años antes. Si la jugadora no acude es porque no lo siente o porque cree que no soy la persona que le puede ayudar en ese momento", ha señalado respecto a que no hablaran en ese momento de lo ocurrido.
En el avión de vuelta, ha dicho, tampoco contactó con Hermoso, ni ella le buscó, y solo fue cuando acudieron a Moncloa el 22 de agosto, y una representante de FIFA le pidió recabar información de la jugadora sobre lo sucedido, cuando habló con ella.
En esa conversación, según su testimonio, ambos coincidieron en que fue algo anecdótico, "fruto de un día de euforia", apreciación que trasladó para el informe de Integridad.
"¿Lo que usted pone en ese informe se lo expresa verbalmente a la señora Hermoso?", le ha preguntado la abogada de Rubiales, a lo que el testigo ha respondido: "Ella me dice que ok".
Un exdirectivo de la Federación tacha a Hermoso de "manipulable" y la culpa de su cese
El exjefe de comunicación de la Federación de Fútbol Pablo García Cuervo ha asegurado que Jenni Hermoso dio el "ok" al comunicado difundido en su nombre en el que "quitaba hierro" al beso que le dio Luis Rubiales, y ha dicho que él no quiso pedirle grabar un vídeo porque no se fiaba de que cambiara de opinión.
"Yo no me fio de la señora Hermoso y dije que ya no iba a hablar más de este tema cuando ya tenía atado el comunicado", ha expuesto en su declaración como testigo durante un tenso interrogatorio ante la fiscal Marta Durántez, que ha querido saber por qué no se fiaba de la jugadora.
El motivo, ha dicho, es que Hermoso "es bastante influenciable y bastante manipulable", momento en que el juez de lo Penal de la Audiencia Nacional, que juzga estos hechos, le ha pedido que no continuara calificando a la jugadora, a la que García Cuervo ha responsabilizado de su despido de la RFEF en octubre de 2023 por firmar un escrito solicitando su salida con otras jugadoras.
De hecho, el magistrado ha reprendido en más ocasiones a este testigo, al que ha advertido, ya a gritos, que quería "saber las cosas con claridad, no con chulería" después de que García Cuervo le recriminara a la abogada de la AFE, María José López, que le estaba interrogando en ese momento, que no se hubiera preparado "el juicio".
Durante su declaración, García Cuervo ha explicado que el comunicado remitido a algunos medios se elaboró a partir de las declaraciones que había hecho horas antes Hermoso, "libremente" y "sin coacciones", a la cadena Cope, en las que "quitaba hierro" al asunto del beso en la boca que le dio Rubiales tras ganar el Mundial en Sídney .
"Libremente cojo esas declaraciones porque considero que son importantes sobre su postura", ha defendido el testigo, que ha relatado que tras redactar el comunicado él se lo leyó a Hermoso y esta le preguntó si tenía que hacer un vídeo "con eso".
Él la dijo que no, que si daba el "ok" difundían ese comunicado, y ella dijo "vale, que ok", pero que no iba hacer nada más "sobre ese tema". Ayer la jugadora no dijo que diese su aprobación, sino que manifestó, con hartazgo, "haced lo que queráis".
García Cuervo ha reconocido que cuando Hermoso bajó del autobús para leerle el comunicado lo hizo "con cierta desgana", pero ha insistido en que "dio el ok" y "como dijo que sí, se sacó adelante, si hubiese dicho que no, no se hubiese sacado".
El comunicado, ha dicho lo escribió bajo la supervisión de Rubiales, a quien se lo enseñó antes, si bien la fiscal le ha recordado que cuando declaró ante el juez de instrucción dijo que lo redactó "a medias" con el presidente.
"Es básicamente lo que he dicho", se ha defendido.
También ha aludido a una reunión celebrada el 25 de agosto en el despacho de Rubiales, que se prolongó desde las 9 de la mañana hasta las 11 de la noche, con el objetivo de gestionar "una situación de crisis".
"¿Qué situación es esa?", le ha preguntado la fiscal. "Pues la situación por la que estamos aquí", ha contestado con un tono algo desafiante, una respuesta que le ha valido otra reprimenda del magistrado: "Hable en castellano, sin eufemismos. Por el beso".
Antes que él ha declarado el exresponsable de Integridad de la Federación Miguel García Caba, cesado en septiembre de 2023 y que también integraba el círculo de confianza de Rubiales.
García Caba elaboró el informe interno de la Federación sobre lo ocurrido, que se cerró sin ninguna consecuencia para el expresidente, y que él ha calificado de "provisional" y "no vinculante". Según él, buscaba "esclarecer los hechos" y dirigirlos, si era necesario, a los órganos competentes.
En contra de lo que sostiene la Fiscalía, García Caba ha manifestado que aquel informe -elaborado por orden del anterior secretario general, Andreu Camps,- no fue favorable para Rubiales y ha negado que proporcionase las preguntas y respuestas por adelantado a los que intervinieron.
El testigo, que ha subrayado que intentó contar con el testimonio de Jenni Hermoso pero ella declinó y que no recibió órdenes de Rubiales, ha sugerido que su salida se debió a que su informe "no debió gustar en algún lugar", y ha insistido en que hizo lo que pudo en el "día o día y medio" que tuvo para elaborarlo.