El Bellas Artes muestra la evolución gráfica de Pablo Picasso en 22 estampas

En la exposición se podrá observar la evolución del trabajo gráfico del artista desde 1909 a 1970

El Museo de Bellas Artes de Asturias acoge, hasta el 29 de octubre, la exposición 'Un país superpoblado. Estampas de Picasso', en la que, a través de 22 estampas, se podrá observar la evolución del trabajo gráfico del artista malagueño desde 1909 a 1970.

Coincidiendo con los 50 años del fallecimiento de Picasso, la pinacoteca ha inaugurado este jueves una muestra con la que busca evidenciar el complejo y exquisito proceso creativo del Picasso grabador.

Esta exposición propone un selecto recorrido por la obra gráfica de uno de los grandes creadores de la historia del arte y, en particular, de la historia del grabado occidental, con esta producción en la que Picasso trabajó durante toda su vida.

Para ello, la pinacoteca regional ha conseguido reunir 22 estampas que permiten un recorrido que arranca con 'El hombre del sombrero', un aguafuerte que forma parte de un grupo de planchas cubistas realizado entre 1909 y 1915.

La exposición finaliza con ejemplos de la década de 1970, evidenciando la madurez y elevado nivel de sus últimos y más elevados trabajos.

Esta muestra no solo ofrece una visión evolutiva del trabajo de Picasso como grabador, sino que consigue plasmar el peculiar estilo y los principales motivos que dominaron esta faceta de su producción, ha resaltado la pinacoteca.

La exposición, a cuya presentación ha asistido la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, también presta atención a la técnica litográfica, cuya profundización por parte de Picasso trajo consigo una valiosa e interesante innovación estética: el color.

Muestra de ello es "La pequeña corrida", un ejemplo representativo de su ingente obra grabada dedicada a la tauromaquia.

Una de las novedades de los actos que el museo dedicará a la figura de Picasso reside en la inclusión del Programa "La Obra invitada", dentro de la exposición que hoy se inaugura a través de un grabado más, en esta ocasión, obra de otro de los grandes referentes artísticos de la pasada centuria: Juan Gris (Madrid, 1887 – Boulogne-sur-Seine, 1927), a través de un retrato del propio del pinto malagueño.

Este interesante retrato reproduce una reconocida obra homónima, pintada en 1912, en la que Gris pintó a su admirado colega Picasso, a quien había conocido en la ciudad de París en 1906, y que actualmente se conserva en The Art Institute of Chicago.