El Museo de Nicanor Piñole estrena nuevo interior

El gijonés Museo de Nicanor Piñole estrena este fin de semana nuevo interior y es que, la pinacoteca ha sido reformada para conciliar la producción de Piñole con las características del edificio y una mayor y más exhaustiva documentación sobre su obra.

Inaugurado en 1991, El Museo Nicanor Piñole no  había llevado a cabo ninguna  reforma en profundidad, sólo las habituales subidas y bajadas de los lienzos, según las necesidades de cada muestra pictórica.

El cambio ha llegado a las salas inmaculadas del que fuera Asilo de Pola en Gijón. Se busca ahora  un acomodo al discurso expositivo y al recorrido que hace el visitante. Así que hace un año, con los problemas de dinero a cuestas, decidieron abordar la obra en dos fases.

El Museo conserva el legado de Enriqueta Ceñal, viuda del pintor, con casi 5.000 dibujos del artista y una parte de óleos, que se completan con los que estaban en la Casa Natal de Jovellanos y  los incorporados por el depósito del Museo de Bellas Artes de Asturias. Los dibujos, que son el Piñole más familiar y cotidiano, ocupan la segunda planta, en la que se ha hecho una reforma total.

Ninanor Piñole y Evaristo Valle fueron los autores que rompieron con la pintura costumbrista y enlazan la pintura asturiana con las nuevas tendencias que aparecen en Europa. Nombres esenciales que, sin embargo, no han tenido el mismo renombre que otros coetáneos.

El hombre de todos los rostros, casi a autorretrato por década, Nicanor Piñole recibe a los visitantes desde el sosiego de sus carboncillos íntimos y familiares, hasta los óleos más ambiciosos y, sin embargo, cercanos. Un Museo a la medida de quien no tiene prisa y quiere encontrarse con su pasado más genuino.