Encuentran en Lugo el cadáver del taxista ovetense desaparecido

El vehículo localizado este viernes en Vilalba (Lugo) con el cadáver de un hombre en el interior de su maletero pertenece a un taxista cuya desaparición se denunció en Oviedo el pasado mes de octubre. Tanto el vehículo como su dueño cuentan con una denuncia abierta por desaparición, presentada en Oviedo en octubre de 2010.

La Guardia Civil localizó en la noche del viernes el cadáver de una persona dentro del maletero de un Seat Toledo color gris oscuro estacionado en las cercanías de la estación de autobuses de Vilalba. Tenía los asientos abatidos para ganar espacio y se cree que allí dormía.

Al parecer, el hallazgo se produjo sobre las 22.00 horas del viernes, después de que se diese la voz de alarma por el fuerte olor que desprendía el turismo, estacionado en la calle Lois Peña Novo.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, que, tras constatar que el interior del vehículo estaba vacío, procedieron a abrir el maletero, en el que encontraron un cadáver en avanzado estado de descomposición, aunque los primeros indicios apuntaría a que se trata de un hombre.

Agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo se encuentran en estos momentos investigando el caso para tratar de esclarecer la identidad del hombre y las circunstancias de su muerte. 

Por su parte, el vehículo, que se corresponde con el del desaparecido, se encuentra intervenido y precintado y el caso está bajo investigación judicial.

En octubre del año pasado la Policía Nacional puso en marcha un protocolo de búsqueda para hallar a Javier Fernández Díaz, un taxista de 36 años, nacido en Oviedo y con domicilio en esta ciudad, que desapareció tras estacionar el taxi con el que trabajaba en la calle Río Caudal de Oviedo. Con él desapareció su coche particular y nunca contestó a las llamadas de su móvil, que estaba apagado. Los taxistas de Oviedo colaboraron para encontrarle incluso con batidas de búsqueda. Al final la policía supo que estaba vivo cuando intentó acceder a una cuenta de correo personal desde Galicia. 

Sus antiguos compañeros taxistas, que en su día se movilizaron para encontrarle, han recibido la noticia con sorpresa, pero también con cierta indiferencia por el tiempo pasado.