Un estudio concluye que la convivencia entre lobos y ganaderos es posible

Petersson apuesta por crear una certificación que eleve el precio que se paga por la carne de los animales

Un estudio liderado por Hanna Pettersson, del Instituto de Sostenibilidad de la Universidad de Leeds, en el que ha colaborado José Vicente López Bao, investigador de la Universidad de Oviedo, concluye que la convivencia entre lobos y ganaderos es posible.

Propone crear instituciones capaces de adaptarse y mediar entre las partes, legitimar a quien toma las decisiones, así como reducir la interacción con lobos garantizando una población estable de estos carnívoros

La investigación aparece en la revista 'Frontiers in Conservation Science​' tras años de estudio en Cangas de Onís, Zamora y Cáceres. Tres comunidades fueron objeto de estudio: donde el lobo no ha llegado a desaparecer, donde ha regresado y donde se espera su llegada.

El común denominador, las malas condiciones laborales de los trabajadores del campo. Para revertirlo propone que a las comunidades donde el lobo siempre ha existido se las incluya en los subsidios, se las pague mejor y se cree una certificación "pro-biodiversidad" que aumente el precio de la carne de sus animales

Perros guardianes, estabular a los animales durante la noche, o acompañarlos de sol a sol, son medidas que funcionan recoge el estudio pero son caras para los ganaderos y su eficacia varía según factores como la geografía y el turismo.

Este último factor podría ser clave ya que permitiría la conservación del lobo a la vez que aportaría más ingresos a las comunidades implicadas.